Mujeres maltratadas que temen por su seguridad, madres sin poder mantener a sus hijos, familias en conflicto que necesitan ayuda. Una realidad para muchas mujeres es la presencia de la violencia doméstica en sus vidas. Esta situación, a pesar de que se presenta en todos los niveles sociales y económicos, es mucho más evidente y tiene consecuencias más graves en comunidades de bajos recursos. Aunque en Panamá existe una ley que ampara contra la violencia domestica, la falta de recursos, la ignorancia, la desigualdad de género y otros factores no han dejado que este flagelo de la sociedad deje de azotar a mujeres que día a día temen por la seguridad física y emocional, tanto de ellas como de sus hijos.
Estadísticas recopiladas sobre la violencia doméstica alrededor del mundo son alarmantes. Muchos de estos casos nunca llegan a ser reportados y cada vez es mayor la cantidad de mujeres afectadas que carecen de una voz que hable su realidad. La falta de acceso a la justicia y a una asistencia legal adecuada las mantiene en un ciclo que no las deja salir de su situación.
En enero 2007, con el fin de darle una voz a éstas mujeres, el Grupo Morgan & Morgan (GMM) crea la Fundación de Asistencia Legal Comunitaria (Fundalcom).Esta fundación, proyecto único en su naturaleza entre firmas de abogados y empresas privadas de Panama es el proyecto emblema del compromiso que tiene Morgan & Morgan con el Pacto Global de las Naciones Unidas. Su objetivo es orientar y representar, gratuitamente, en procesos de familia y violencia doméstica a personas con ingresos inferiores a los $800.00 mensuales.
Son muchas las mujeres que día a día llegan a las oficinas de Fundalcom con la esperanza de encontrar la asesoría que necesitan y que pensaron estaba fuera de su alcance. Para los que forman parte de esta fundación el trabajo que se realiza es invaluable. Belkis Rodríguez, trabajadora social, nos dice: “el trabajo que se realiza en Fundalcom, es difícil ya que se tiene contacto directo con una población que presenta muchos problemas de diferentes índoles, legales, psicológicos, espirituales, económicos etc. Para hacer este trabajo hay que tener mucho compromiso y, sobre todo, hay que ser humildes y sencillos al momento de atender a los que solicitan nuestra ayuda”.
Paralelamente al programa de asesoría legal, Fundalcom educa en la prevención de la violencia doméstica dictando talleres a agentes multiplicadores con el fin de difundir la información aprendida.
La cantidad de casos que día a día llegaban a Fundalcom le abrieron los ojos al Grupo Morgan & Morgan ante la realidad de que muchas personas en todo el país carecen de los recursos y facilidades para obtener una asesoría legal adecuada.
Esta realidad y el hecho de que en el año 2011 Morgan & Morgan se convierte en la primera firma panameña en subscribirse a la Declaración Pro Bono de las Américas, iniciativa impulsada por “The Cyrus Vance Center for International Justice” siembra en el Grupo la idea de coordinar mensualmente Ferias de Orientación Legal, donde abogados de la firma puedan ofrecer asesoría en diversos temas legales a comunidades de escasos recursos en calidad pro bono. Cabe recalcar que el objetivo principal de la Declaración Pro Bono de las Américas es garantizar el acceso a la justicia a las personas más necesitadas mediante el compromiso de los abogados del continente Americano de invertir un promedio de 20 horas pro bono al año.
Desde que Morgan & Morgan institucionalizó este programa hemos logrado sumar más de 600 horas pro bono con la participación activa de 40 abogados del grupo los cuales han participado en 16 ferias brindándole asesoría legal gratuita a más de 200 personas. Paralelamente se ha brindado capacitación en temas de prevención de la violencia doméstica, relaciones sanas y equidad de género a casi 250 personas en diferentes comunidades de escasos recursos en varios puntos del país. Más del 80% de los participantes de estas jornadas han sido mujeres en busca de atención y guía en temas de proceso de familia, a quienes esta iniciativa les ha permitido recibir de primera mano una excelente asesoría legal en materia de divorcio, abuso, custodia, pensión alimenticia y violencia doméstica entre otros.
Los logros de esta práctica pro bono en nuestro primer año han sido inspiradores. Los testimonios de los abogados que han donado sus horas libres restando tiempo a sus familias, actividades personales y momentos de merecido descanso reflejan lo especial de lo obtenido a cambio. Todos aprecian el gran impacto que la labor pro bono ha tenido en sus vidas, tanto personales como profesionales. Fernando Alfaro, socio de Morgan & Morgan quien ya ha participado en tres ferias legales hasta la fecha, comenta que
“parte de la razón por la que me convertí en abogado se debió a la posibilidad de ayudar a la sociedad. Sabía que en algún momento de mi carrera de abogado iba a hacer algo de trabajo pro bono. Lo que no sabía era el inmenso impacto que esos “clientes” tendrían en mi vida. Durante aquella primera feria, al recorrer la comunidad que nos habían asignado junto a otros compañeros de la firma, realicé cuanta ayuda se necesita. Asesorar a estas personas en sus necesidades legales, cuando de otra manera no tendrían accesos a la justicia, me produjo una sensación increíble. Conocí personas y en especial mujeres excepcionales, y tuve la oportunidad de hacer un trabajo maravilloso. Desde ese día no pienso que trabajar en mi día de descanso es un inconveniente. Ahora pienso que es una oportunidad, no solo para aprender, sino para ser agente de cambio. Son experiencias como éstas las que me recuerdan por qué decidí ser abogado y me hacen entender la importancia del trabajo pro-bono”. Alfaro no es el único que se siente de esta manera. La asociada Kharla Aizpurúa nos dice: “Creo que hay un compromiso sincero de parte del GMM de innovar, desarrollar y proveer maneras de dar oportunidad a miembros de comunidades vulnerables de acceder a un servicio legal capacitado. Además, se le ha dado la oportunidad a los abogados de abarcar aquellas áreas del derecho que son más intrínsecas al factor humano y que se convierten en parte de un proyecto más amplio cuyo objetivo produce cambios en la vida de las personas. Nuestra firma cree en la importancia de velar por aquellas personas necesitadas que solo conocen una vida de abuso y en ofrecerles la posibilidad de ayudarlos con la certeza de saber y entender que las circunstancias se pueden cambiar para acoger todas las oportunidades que el futuro puede ofrecer a ellos y sus hijos”.
De esta manera Morgan & Morgan se posiciona como una firma no solo dedicada al ejercicio del Derecho sino también al servicio a la comunidad. La responsabilidad social empresarial, incluyendo la práctica pro bono, es parte de la cultura corporativa de Morgan & Morgan desde su fundación en 1923 y nos caracteriza por un liderazgo basado en valores y principios. Nuestros abogados tienen muy presente que esta profesión no sólo tiene recompensas lucrativas que se miden en horas de facturación, sino que también es un vehículo para ayudar y servir a aquellas personas que por falta de recursos no pueden aspirar a una representación legal adecuada.
El legado del Dr. Eduardo Morgan Alvarez, que vivió preocupado siempre de velar por los intereses de los más necesitados y ayudando a éstos a tener acceso a un derecho tan básico como lo es el acceso a la justicia, ha servido para que la familia que hoy constituye al Grupo Morgan & Morgan continúe ésta importante labor la cual es primordial en cualquier organización que desee marcar una diferencia positiva dentro de la comunidad a la que pertenece.